

Las autoridades iraníes minimizaron el impacto del ataque nocturno contra sus instalaciones nucleares, describiendo la agresión como un evento anticipado que no generó consecuencias extraordinarias para la República Islámica.
"Desde la perspectiva de Irán, no ha ocurrido nada extraordinario. Irán lleva varias noches esperando un ataque contra Fordow", declaró el asesor del presidente del Parlamento iraní en asuntos estratégicos, confirmando que las autoridades habían previsto esta escalada.
La televisión estatal iraní ratificó que "no hay nada en el interior de las instalaciones nucleares atacadas que haga temer una fuga radiactiva", después de que fuerzas hostiles bombardearan una sección del complejo nuclear de Fordow, ubicado en la provincia de Qom.
El portavoz del Comité de Gestión de Crisis de Qom declaró que tras la activación de los sistemas de defensa aérea y la identificación de objetivos hostiles, "una parte del área del sitio nuclear de Fordow fue objeto de una agresión aérea por parte de los enemigos".
El funcionario confirmó que "el sitio ha sido evacuado desde hace tiempo y no ha sufrido daños irreparables en el ataque", ratificando la efectividad de las medidas preventivas implementadas por Teherán ante la escalada de tensiones regionales.
"Hay dos certezas: primero, el conocimiento no se puede bombardear; y segundo, esta vez el apostador perderá", declaró el asesor parlamentario, enviando un mensaje desafiante a quienes perpetraron la agresión contra las instalaciones iraníes.


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