

La Vinotinto consiguió ganar un partido que debía ganar. Por el rival o por la condición de local, el seleccionado criollo estaba en la obligación de sacar los tres puntos en un Estadio Monumental de Maturín que una vez más volvió a responder.
La selección dirigida por Fernando Batista salió a la cancha con un esquema 4-3-3, que en varias ocasiones se convirtió en 4-4-2, sobre todo cuando defendía. Al ataque, se soltaron Telasco Segovia y Jefferson Savarino, dejando como único volante de corte, aunque es su naturalidad, a José «brujo» Martínez, quien fue uno de los mejores jugadores del partido junto al mediocampista del Inter Miami.
Venezuela salió a esperar lo propuesto por Bolivia como parte de la estrategia, que también tenía en ella la presión alta y, como resultado, terminó obligando a un error de pase de Héctor Cuellar, uno de los dos futbolistas del «doble cinco» boliviano para el 1-0 y también la recuperación en tres cuartos de cancha de Nahuel Ferraresi para tirar un centro como con la mano para que Salomón Rondón, quien ya alcanzó los 47 tantos con nuestra camiseta, controlara y rematara de zurda.
El esquema de Batista era un vaivén. Todos, o la gran mayoría, subían a presionar alto para recuperar y todos volvían cuando el rival salía e intentaba atacar. En esto último hay que destacar la gran actuación de la línea defensiva nacional (Aramburu, Ferraresi, Ángel -estando lesionado- y Navarro) que, combinada con un inmenso Rafa Romo, que se convirtió en el guardameta criollo con más porterías en cero en unas Eliminatorias con seis (superando a Renny Vega), evitaron el peligro de su oponente.
Venezuela sumó tres puntos para llegar a 18 que no solo lo afianzan en zona de repechaje, sino que lo dejan a tres de puestos directos.
Fuente: Líder en Deportes


